Cada vez que un corrupto es capturado y procesado, se aviva el interés por conocer las riquezas mal habidas que acumuló durante el tiempo en que la impunidad estuvo a su favor. Es natural. Queremos y tenemos derecho a saber qué se compró a costa de las necesidades de la mayoría, de los hospitales que no se construyeron, de la mejor educación que no nos dieron y la seguridad pública que tampoco hubo por causa del desfalco, la malversación, los contratos amañados y el enriquecimiento ilícito de quienes ejercen el poder político o medran de éste.
Cuando la Fiscalía colombiana emitió una orden de embargo e inició el proceso de extinción de dominio de algunos de los bienes del empresario Álex Naín Saab Morán en la ciudad de Barranquilla, departamento del Atlántico, la noticia elevó la atención de los venezolanos. Prófugo de la justicia de su país, Saab es acusado de ser un socio del régimen chavista para la legitimación de capitales sucios y de participar en una red internacional de crimen organizado.
El “zar del CLAP” fue, por lo que ya se sabe bien, la bobina de los turbios negocios ligados a importaciones masivas en Venezuela, destinadas al programa gubernamental de distribución de alimentos subsidiados. Ahora detenido por orden de Interpol y a las órdenes del Ministerio Público en Cabo Verde, la suerte de Saab ha vuelto a concitar una mirada pública sobre las riquezas que ya se le conocen.
Pero no basta con tasar su precio de mercado. Hay que ver en qué se tradujeron esos años dedicados a delinquir y burlar la justicia. Eso es parte de las acciones que conducen a resarcir a las víctimas de la corrupción.
La joya de la corona
Como parte de los bienes incautados a Álex Saab la Fiscalía colombiana listó una mansión por valor de 28.000 millones de pesos o 7,6 millones de dólares, al cambio actual. La nota de prensa que lo informaba, fechada el 9 de junio de 2020, solo indicó que esa propiedad se ubicaba en el sector de Riomar, una de las cinco localidades en que se divide administrativamente Barranquilla. En toda esa zona se mezclan urbanizaciones de estratos 5 y 6, propias de los más pudientes en la sociedad de ese país.
Fueron los medios noticiosos los que agregaron un solo dato particular: La mansión se había levantado donde antes hubo tres casas. Nada más.
La única y presunta evidencia gráfica de esa propiedad era un par de fotografías, ambas aparentemente captadas a larga distancia. La primera fue publicada por la periodista venezolana Maibort Petit el 28 de agosto de 2017, en su cuenta de Twitter, cuando Saab todavía no era muy conocido por su verdadera identidad sino como “un testaferro” de Nicolás Maduro. La otra, con un ángulo de toma bastante similar, fue mostrada a partir del 21 de octubre de 2018, cuando simultáneamente la publicaron el diario El Tiempo y la revista Semana. En este último caso, los dos medios colombianos la usaron para ilustrar el escándalo de corrupción que rodeaba al empresario de origen libanés, ahora sí mencionado por nombre y apellido.
Un misterio en Riomar
Ninguna de esas fotos se publicó junto a una dirección exacta. Ni los voceros de Fiscalía en Bogotá y Barranquilla dijeron nada más al respecto. Pero el 16 de junio, el diario El Tiempo, a propósito de la expectativa por el proceso de extradición de Saab desde Cabo Verde a Estados Unidos –donde el 25 de julio de 2019 se le abrió una causa criminal en la Corte Federal del Distrito Sur de Florida–, dedicó unas líneas a la casa de Barranquilla, con una nueva imagen que mostraba una fachada con un número: 8478. Es una pista invaluable y revela que El Tiempo –o la fuente que se la haya provisto– ya conoce la dirección exacta de la casa.
En el pie de foto de la nota se lee que el origen de la gráfica es Google. Aunque no se dice allí, la toma es claramente extraída de la aplicación Google Earth, cuya opción de Street View es capaz de mostrar una secuencia de imágenes fotográficas de lugares específicos, a partir de una vista compuesta desde el suelo. Esta es una herramienta poderosa que tiene usos muy diversos: desde la simple intención de conocer “de cerca” la apariencia de una ubicación con una actualidad bastante satisfactoria, hasta la realización de análisis estratégicos basados en imágenes muy precisas de la especialidad de un lugar.
Tampoco esta vez El Tiempo reveló con detalles la ubicación. Por su lado, El Heraldo, un importante diario editado en la costa atlántica colombiana, publicó el 3 de julio un reporte sobre el mobiliario y los enseres que se estaban extrayendo de la mansión, supuestamente bajo la medida cautelar de secuestro judicial que pesa sobre numerosas propiedades de Saab. Esa nota está encabezada por una foto del exterior del inmueble, evidentemente hecha a la carrera desde un automóvil. La publicación nada indica sobre la localización de la casa, pero la imagen agrega valor referencial al pequeño repertorio gráfico disponible para identificar la mansión.
Pocos días antes de la publicación de El Tiempo, la revista Semana dedicó su portada y un amplio reportaje al caso Saab. Una de las imágenes incluidas es una variación de la aquella toma, aunque de menor resolución y tomada probablemente con la cámara de un teléfono. Lo más importante es que muestra la misma fachada de la lujosa propiedad.
Todas esas fotografías coinciden, pues, en mostrar aspectos de la edificación pero desde distintos ángulos.
Otros medios informativos colombianos han dicho que la casa embargada se ubica en Altos de Riomar. Este posible dato permitiría acotar la búsqueda del sitio específico. Y así lo hemos intentado. Al delinear el área concreta de esa urbanización es posible iniciar una pesquisa de la mansión con apoyo de herramientas como Google Maps y Google Earth. Otro recurso clave es el análisis minucioso de las cuatro fotografías referidas.
A vuelo de pájaro
Altos de Riomar es una zona de casi 48 hectáreas, delimitada entre las carreras 53 y 65 y las calles 90 y 96. La búsqueda “al ojo” basada en la imagen satelital, una vez establecidos, a partir de la observación detallada de las fotos, los rasgos distintivos de la mansión en su planta superior –techo, extensión aproximada del terreno, áreas verdes, etc.–, es un trabajo que requiere largas horas de revisión gráfica y mucha paciencia. Un elemento que facilita la tarea es que las dos fotos que muestran desde una altura importante la edificación, exhiben nítidamente la presencia de una cancha de tenis en la azotea.
Durante dos días estuvimos rastreando la ubicación, sin éxito. Se nos ocurrió entonces la hipótesis de que la casa no estuviera realmente en Altos de Riomar. La localidad completa, al norte de Barranquilla, es cuatro veces más extensa en su zona residencial. Ello complica la búsqueda, pero no la hace imposible. Lo que aún está claro, gracias a las declaraciones oficiales de la Fiscalía colombiana, es que la mansión de Saab está en el sector Riomar.
Por lo tanto, decidimos continuar el trabajo con un barrido de los alrededores de Altos, llevando cada vez más lejos el perímetro del área de la búsqueda, siempre en forma más o menos concéntrica.
Tomó dos días más, pero finalmente hubo un hallazgo muy prometedor: a 594 metros del límite oriental de Altos de Riomar y en línea recta en dirección al sureste, encontramos una edificación que coincide con la de la casa fastuosa de Álex Saab.
Longitud y latitud
Es posible ubicarla bajo las coordenadas 11°0’39.75” Norte y 74°48’45.28″ Oeste. El lugar tiene un área de 3.685 metros cuadrados. Los jardines visibles ocupan unos 1.780 m² y hay tres garajes con espacios de estacionamiento que se extienden por cerca de 685 m². La mansión tiene una piscina de 6 por 12 metros y una cancha de tenis sobre el techo del segundo nivel, aparentemente con piso de arcilla. Hacia el lado este, la casa tiene tres plantas.
Aun con estos parámetros, la ubicación exacta no estará definitivamente establecida hasta que hagamos un análisis espacial más preciso. La verificación de lo que han publicado Maibort Petit y los medios colombianos requiere más esfuerzo, dada la inexistencia de datos oficiales que apunten inequívocamente al sitio de nuestro interés.
Lo que tocaba, en consecuencia, era el estudio de coincidencias entre la imagen satelital con la que ahora contamos y las fotografías conocidas. Otro elemento clave para que tuviera coherencia con lo que se ha dicho sobre la mansión de Saab en Barranquilla, es un estudio retrospectivo de esa imagen satelital para evidenciar que la propiedad se asienta donde previamente había tres casas contiguas. Por fortuna, Google Earth cuenta con una herramienta de viaje retrospectivo a través de una secuencia histórica de imágenes tomadas por diferentes sistemas satelitales de geoposicionamiento, que en muchos casos puede remontarse hasta tres décadas en el pasado.
El primer paso que hemos dado a partir de esta etapa del esfuerzo de chequeo fue el análisis contextual: ¿Es posible deducir la posición precisa de la casa o, en su defecto, demostrar lo hasta ahora conocido, basados en lo que se puede ver alrededor del inmueble? En este caso la respuesta es totalmente afirmativa.
Las señales del contexto
Antes de la fase que le dará más contundencia a la verificación, nos dispusimos a comprobar si las edificaciones que aparecen alrededor o detrás de la enorme casa de Álex Saab coinciden con las que se pueden observar en las fotos disponibles. Particularmente usamos para ello la imagen publicada por la periodista Petit, que ofrece el panorama más completo de las áreas urbanas adyacentes a la locación.
Esa foto presumiblemente fue tomada al atardecer. Lo sabemos al observar que, de acuerdo a la información de luz ambiental y topografía del horizonte al fondo de la toma, y considerando la ubicación probable que arroja la imagen satelital en Google Earth, la iluminación solar es tenuemente visible hacia el oeste. Además, el alumbrado público del área y las luminarias de las propias edificaciones que aparecen en la fotografía están parcialmente encendidos. Para facilitar este análisis no viene siendo una manipulación indebida –y más bien es instrumentalmente ventajoso– un sencillo ajuste de la iluminación para aclarar la imagen. Lo hicimos en Adobe Photoshop, disminuyendo las áreas más oscuras.
Así pueden aislarse bien las construcciones que se ven delante y detrás de la mansión. Al proyectar la disposición de esos inmuebles en la imagen satelital, la coincidencia resultante es incontrovertible. Las siete edificaciones más notorias están dispuestas en la alineación correcta con respecto a la casa de Saab, aunque las distancias reales son mayores a las que se podrían suponer a partir de lo que se ve en la foto. Esto podría explicarse por el aparente efecto de la captación de la imagen a través de un teleobjetivo o zoom, lo cual también nos también dispusimos a probar proyectando el ángulo y la posible ubicación de quien hizo la fotografía publicada en 2017.
Un punto en el mapa
La dirección deducible de la casa bajo estudio es: Carrera 59 con calle 84, número 8478. Dos calles más al norte y en esquina con la carrera 64 está el conjunto residencial Duville (#2 en el gráfico), cuya área de desarrollo incluye el galpón con techo curvado que se nota en la foto. El edificio de 8 pisos que es visible detrás de esa estructura se llama Parque 85 (#5) y está realmente a 320 metros de distancia de la mansión, en la carrera 64B con la calle 85, frente al parque Electrificadora. Hacia el fondo y a la izquierda, en la vista del observador, se aprecian otros cuatro hitos distintivos: el edificio River View Suites (#6), marcado con el número 85-150; un edificio, sin identificar, de 10 plantas en la misma carrera 64B (#7); el edificio Petrus, de 9 pisos, ubicado en la carrera 64 (#4); y en un plano más cercano y central de la imagen, el edificio de 10 plantas (#3) frente a la esquina sur del parque Electrificadora, con el número 85-35.
Un marcador más de la foto de 2017 es el pequeño edificio (#1) de cuatro pisos, cuyo lado oriental se ve en parte frente a la lujosa vivienda del detenido en Cabo Verde.
Todos estos lugares de referencia ayudan a comprobar la ubicación que logramos conocer por medio de Google Earth.
Solo falta, entonces, echar mano de un último recurso tecnológico para probar que esa localización se corresponde con todos los datos existentes sobre la mansión de Álex Saab. Se trata de la repetición de lo que suponemos que hizo la sala de redacción de El Tiempo o quien sirviera de fuente informativa para proveer la foto de 2018.
Paseo virtual
Sin necesidad de viajar al sitio, es posible conocer con bastante exactitud la parte exterior de la casa. Lo único que se requiere es entrar a la calle 59 de Barranquilla, en la zona tradicional de Riomar, a través de Google Street View. Sirve tanto la aplicación stand-alone como la herramienta incrustada en Google Earth. Con ese software se pueden poner los ojos en el lugar exacto y con una vista de 360 grados. Eso es justamente lo que hicimos.
El resultado es la demostración fehaciente de que la fotografía publicada por El Tiempo fue extraída de allí. También se logra obtener una secuencia de imágenes de toda la fachada de la mansión, que es un muro de concreto de altura variable y color café claro, con rejas y portones de metal pintados de negro. El acceso principal es una puerta doble de marcos de madera y hojas con material traslúcido que semeja un dibujo marmoleado. En su extremo oriental, la casa tiene un ala de tres plantas visibles desde el exterior.
La experiencia en el uso de esta aplicación permite pararse en forma virtual frente a las puertas de la mansión y ver claramente la nomenclatura de la propiedad. Todo lo que se ve coincide con las fotos ya referidas y analizadas.
Un último ejercicio basta para asegurar la identificación del sitio: ver y comparar el histórico de las imágenes satelitales disponibles en Google Earth. Con este recurso se comprueba que la mansión del zar del CLAP tenía su forma actual a fines de 2017, pero todavía en febrero de ese año estaban en pie las tres viviendas originales que ocupaban el predio. Esto revela que las obras de construcción duraron apenas de 5 a 8 meses. Muy propio de un propietario acaudalado.