- El domingo 5 de enero tenía que instalarse la Asamblea Nacional y celebrarse la designación de su nueva Junta Directiva, pero el régimen de Maduro decidió que diversos organismos de seguridad del Estado (civiles y militares) tomaran el Palacio Federal Legislativo y sus adyacencias, que las estaciones de Metro cercanas a esa sede se mantuvieran inoperativas, e incluso que algunos servicios de Internet estuviesen restringidos. El Ministerio de Comunicación (sin competencias para autorizar o restringir el paso a la sede de la Asamblea Nacional), controló el acceso, borrando a la mayoría de los medios y periodistas de la lista de acreditados, y dispuso un salón con una pantalla para que los periodistas “cubrieran”, mirando Venezolana de Televisión, lo que ocurría en el hemiciclo. Esto fue solo el principio de un día signado por la censura y la incoherencia.
- Al impedir el acceso de los diputados opositores, fue más sencillo imponer otra junta directiva. La sesión no tuvo quórum, debate ni votación, sin embargo el diputado Luis Parra se autoproclamó presidente, acompañado por Franklin Duarte como primer vicepresidente, José Gregorio Noriega como segundo vicepresidente, y Negal Morales como secretario. Celebraron la juramentación sin comprobar quórum ni efectuar votos. En VTV repetían como mantra que estos diputados “son opositores”, pero sin aclarar que todos fueron expulsados de sus partidos porque el 1º de diciembre el portal ArmandoInfo publicó un reportaje que explicó sus maniobras a favor de los empresarios vinculados con la corrupción del programa CLAP: Alex Saab y Carlos Lizcano. En la narrativa oficial, esta directiva se escogió con la presencia de todos los diputados, mientras afuera la GNB impidió el acceso de Guaidó y decenas de diputados al parlamento.
- Por el reportaje de ArmandoInfo, en su momento el chavismo montó un jolgorio (¡era una prueba de la corrupción opositora!) y juraron investigar todo lo denunciado hasta sus últimas consecuencias. Luis Parra negó lo reseñado y acusó al periodista Roberto Deniz de querer desacreditarlo. Pero hoy, Parra y el resto de la denominada “Fracción CLAP” se autoproclamaron con el abierto apoyo del chavismo. El jefe de la fracción del Psuv, Francisco Torrealba, quien ni siquiera debería estar en el Parlamento porque fue ministro de Nicolás, giró instrucciones a Luis Parra sobre lo que debía hacer: “Mira, siéntate. Mira, pana, siéntate y nos quedamos todos aquí, nadie se va”, fue la orden de Torrealba a Parra, antes de declararle a VTV que Guaidó no contaba con los votos necesarios para ser reelecto, y por eso retrasó intencionalmente la sesión. El detalle es que el reglamento exige que en la sesión para el periodo anual esté presente el jefe del Parlamento en funciones (Juan Guaidó) y, además, la Junta Directiva debe ratificar el quórum una vez iniciada la sesión. Eso no ocurrió.
- Los diputados opositores cruzaron la ciudad a otro punto en el que pudiesen instalar la sesión (la sede de El Nacional, en Los Cortijos). Al final de la tarde, diputados principales y suplentes votaron presencialmente y de forma nominal por la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional legítima para 2020. Se sumaron 100 votos a pesar de tener 24 diputados en el exilio, 3 diputados inhabilitados desde 2016; al diputado Gilber Caro en desaparición forzosa desde el 20 de diciembre de 2019 y a Juan Requesens preso en El Helicoide.
- La directiva de la Asamblea Nacional para el periodo 2020 – 2021 quedó constituida por Juan Guaidó como presidente, Juan Pablo Guanipa como primer vicepresidente (pese a la orden de captura en su contra); Carlos Berrizbeitia, segundo vicepresidente; Ángelo Palmieri, secretario y José Luis Cartaya, subsecretario. No utilizaron el voto a distancia de los diputados exiliados o clandestinos.
- Juan Guaidó juramentó al resto de la directiva y declaró instalado el período de sesiones 2020- 2021: “Este Parlamento ha luchado contra una dictadura. Lamento profundamente el bochornoso show montado por la dictadura para tratar de evitar lo inevitable, que instaláramos un nuevo período con los votos necesarios contados uno por uno. Hoy volvimos a derrotar a la dictadura. No lo lograron”, afirmó. Guaidó convocó a sesión para el próximo martes 7 de enero, y enfatizó que la írrita directiva encabezada por Luis Parra no tendría cómo conformar el quórum necesario. Instó una vez más a la unidad y anunció que para ponerse al frente de esa tarea sin ataduras, solicitaba a su partido Voluntad Popular que le suspendiera la militancia de manera temporal. Despegarse del partido era una tradición de los presidentes en la era democrática para poder “gobernar para todos”. No había ocurrido en 20 años de chavismo.
- Nicolás habló desde Macuto (estado Vargas) donde fingió jugar softball. Calificó la militarización del Palacio Federal Legislativo como un operativo de seguridad regular, aseguró que Juan Guaidó «no las tiene puestas» y por eso no entró, y además, reconoció a Luis Parra como presidente de la Asamblea Nacional, metiéndose en un bolsillo el desacato que desde 2016 condenó a todas las acciones y decisiones legislativas a la nulidad. Nicolás anunció una reunión para este lunes con su oposición a la medida, afirmando que esa mesa de diálogo consigo mismo y la directiva írrita de Parra llegarán a un acuerdo para nombrar un “nuevo CNE” para las elecciones legislativas de este 2020, «donde van a participar todos los partidos políticos de oposición, sé por qué lo digo», dijo, adelantando que hará de esas elecciones una copia de su “reelección” de 2018. Así, vaticinó que el chavismo obtendrá 104 curules en la Asamblea Nacional. Entonces, no conforme con la ANC, Nicolás impone un Parlamento paralelo. La amenaza parece avisar que estos diputados que ahora responden a Nicolás les arrebatarán las tarjetas a sus partidos políticos para esa eventual elección.
- La autojuramentación de los diputados de la Fracción CLAP como nueva directiva del parlamento, sin quórum, debate ni votación, produjo diversas reacciones en rechazo. Estados Unidos aseveró que estas acciones van «en contra de la voluntad del pueblo y las leyes que gobiernan el proceso»; la Cancillería de Colombia alertó a la comunidad internacional sobre la violencia para impedir que se realizara la elección de forma adecuada; los gobiernos de Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía rechazaron la violencia y el resultado de la sesión avalada por el chavismo. La Unión Europea afirmó que “continúa reconociendo a Juan Guaidó como el Presidente legítimo de la Asamblea Nacional hasta que se puedan garantizar las condiciones para una sesión de votación adecuada”, e inclusive, gobiernos aliados de Nicolás como los de Argentina y México, rechazaron lo ocurrido.
Cómo el chavismo ocupó la AN a la fuerza
El 5 de enero debía nombrarse una nueva directiva de la Asamblea Nacional y estaba previsto que Juan Guaidó fuera reelecto como su presidente, con lo que conserva su status de presidente encargado. Esto fue lo que pasó