En la tarde del 12 de marzo de 2020 los centros culturales ya estaban alertados. El régimen de Nicolás Maduro había decretado emergencia nacional por el covid-19 y estaban prohibidos los encuentros masivos. La mañana del viernes 13 de marzo se hizo inevitable cancelar los espectáculos cuando se anunciaron los primeros casos oficiales de coronavirus en el país. Desde ese día el sector cultural quedó en pausa a la espera de un anuncio que no llegó durante todo ese año, hasta que muchos independientes y empresas privadas dieron con alternativas para mantenerse activos.
La solución, aunque insuficiente, fue asociar el milenario arte teatral a la tecnología del siglo XXI.
Las obras de teatro comenzaron a subirse grabadas a diferentes plataformas virtuales. Algunos grupos, luego de varias reuniones por la plataforma Zoom, decidieron presentar espectáculos en vivo desde allí. Se hicieron lecturas dramatizadas por Instagram Live. Se comenzaron a grabar nuevas piezas en un lenguaje mucho más cinematográfico, con movimientos de cámaras y juego de planos. La interpretación de un texto llegó incluso mandarse por WhatsApp.
Los creadores buscaron y siguen buscando un espacio cómodo para seguir, mientras que otros involucrados se disponen a hacer de estas experiencias un producto de fácil acceso. Solveig Hoogesteijn, Gerente General del Trasnocho Cultural, en Caracas, contó a inicios de la cuarentena que buscaban una alternativa para mantenerse a pesar del cierre de sus espacios, pero que era muy difícil planear algo con tanta incertidumbre. En esos primeros meses la nómina fue cancelada con una reserva reunida por la también cineasta a finales de 2019. En mayo se estrenó la plataforma Trasnocho Web, con la que el público ha podido disfrutar de teatro y cine desde sus hogares; sin embargo los ingresos generados por esta no son buenos.
Ya antes de la pandemia los productores afirmaban que las obras de teatro con temporadas de más de un mes no son lo más rentable, pues el primer fin de semana pueden agotarse las entradas, pero los siguientes quizás se llene menos de la mitad de la sala. Esto también depende de la obra de teatro en cuestión: las producciones de directores, agrupaciones y actores de gran reconocimiento venden mucho más que un joven director.
Pero el sitio web ha hecho que se vendan menos entradas de lo acostumbrado. Rafael Barazarte, Director de Comunicaciones de Trasnocho, afirma que es muy difícil que ninguna de las más de 20 obras de teatro disponibles en la plataforma, con un costo de tres dólares, llegue en un mes a 100 (cantidad de butacas disponibles en Espacio Plural) o a 310 (cantidad de butacas disponibles en la sala Teatro Trasnocho) entradas vendidas. Esa cantidad, 100 o 310, se vendía antes, normalmente, cada día del primer fin de semana.
Hoogesteijn celebra que Trasnocho Web ha servido como un puente para los venezolanos en el exterior. Su equipo maneja la idea, aún no aprobada, de ofrecer un servicio por suscripción. Que los espectadores paguen un monto mensual por consumir todo el contenido disponible en la página. A su vez están estudiando la idea de hacer más transmisiones en vivo, pues consideran que para el público es más atractivo que el actor esté actuando en tiempo real, así los separe la pantalla.
Barazarte, quien también es director de teatro, cuenta que con la obra Animal Político solo vendió 20 entradas en el primer mes que estuvo disponible en la plataforma. Luego realizó un en vivo con la Compañía Venezolana de Teatro en Chicago, en el Water People Theater, donde reunió a 80 personas en una función.
Otro ejemplo de que el público prefiere el teatro en vivo se dio el viernes 29 de enero de este año, cuando el teatro reabrió sus puertas con la pieza Tal para cual de Javier Vidal, protagonizada por el mismo Vidal y Julie Restifo. En su primera función, con aforo reducido, las entradas se agotaron. Esta se convertiría en la primera obra grabada con público y pensada para su publicación en web, porque a pesar del regreso a los centros culturales en las semanas flexibles, la virtualidad sigue siendo la opción más segura.
El público busca la experiencia en vivo
Durante todo el año se fueron anunciando muchos encuentros virtuales. Se realizaron festivales, como el Festival Caja Negra y se cuestionó mucho que este teatro en la web fuese realmente teatro. Muchos creadores afirman que es un híbrido y que será una forma que permanecerá en el futuro sin covid-19, de existir tal futuro. Una de las modalidades que se convirtió en común fue la del teatro por la plataforma Zoom, esta permite desde una sala de conferencia, que es su verdadera finalidad, conectar a los actores en vivo desde diferentes partes del país y del mundo.
Una de las primeras obras que estrenó en este formato fue Confesiones de mujeres en cuarenta, dirigida por Héctor Moreno Guzmán y protagonizada por Nohely Arteaga, en Venezuela, y Catherina Cardozo, en España. Esta experiencia dio paso a que ambas actrices crearan la página web Teatro Zoom.
“Confesiones de mujeres en cuarenta obtuvo una buena respuesta y que impulsó a otros. Al crear la página, nuestra idea era ofrecer una plataforma de entretenimiento, cultura y formación, que funciona a través de una página web que cuenta con una pasarela de pagos, para que desde cualquier parte del mundo la gente pueda adquirir sus boletos”, explica Cardozo.
Hasta la fecha se han realizado 12 obras en vivo, y 400 ha sido el máximo de boletos vendidos.
Las entradas en Teatro Zoom van de tres a ocho dólares, un acuerdo al que llegan entre la producción de la obra y la plataforma.
“Hemos tenido picos altos y bajos. Comenzamos muy bien pero también el exceso de ofertas y el agotamiento del mundo online hizo que bajara un poco la participación, pero hemos estados constantes. Yo creo que esto llegó para quedarse así que la idea es ir mejorando”, afirma.
Para Cardozo el atractivo de la plataforma es que ofrecen la obra en vivo, el público sabe que se tiene que conectar un día y a una hora específica para conectarse y no lo van dejando para otro momento, como pasa en el caso del material grabado.
La actriz agrega: “Nuestra competencia es cualquier plataforma streaming como Netflix, Amazon, HBO, porque si quiero ver a un actor lo puedo ver en cualquiera de estas cientos de películas que me ofrecen estas páginas. Pero si quiero involucrarme, sentirme cerca, veré esta obra, eso es lo diferente que debemos ofrecer”.
La importancia de seguir en contacto con la audiencia
En 2001, Rebeca Alemán —actriz, escritora y directora venezolana— creó en Chicago la compañía Water People Theater, impulsada por la filosofía del poder transformador del teatro. La agrupación produce obras bilingües, tratando de conectar con locales y público latino.
Al anunciarse el confinamiento, el equipo de Water People Theater discutió cómo mantenerse activos aunque las salas estuvieran cerradas. De allí surgió el 1º Festival Internacional Online de Teatro Latino de Monólogos (FIT 2.0), en el que se eligieron las mejores versiones online interpretadas por un solo actor. Su segunda edición será entre el 19 y el 26 de marzo.
“Con la creación del FIT entendimos que definitivamente éramos vanguardia en la construcción de un nuevo escenario online que llegaba para quedarse. Una nueva manera de hacer teatro, construir un espacio de encuentro y oportunidades para la gente de teatro latino, y seguir conectados con la audiencia”, expresa Alemán.
Además de la importancia de mantener a la audiencia fiel al trabajo de la agrupación, estos festivales y encuentros online han permitido que esa conexión con el teatro latinoamericano se expanda, pues es posible estrenar una obra con cinco actores, cada uno residenciado en un país distinto.
Como muchas de estas iniciativas, el Water People Theater está modificándose y probando formas para que el teatro online sea rentable. Alemán dice: “Si dependemos únicamente de la taquilla, hasta ahora no es rentable, pero lo será. Tenemos que seguir encantando a la gente, transformándola. Ofrecer obras de calidad, contenidos interesantes, temas universales, profundos y comprometidos con el ser humano”.
Continúa: “Los colaboradores, sponsors, audiencia —igual que nosotros, la gente de teatro—, están descubriendo la potencialidad de la plataforma y la exquisita y desafiante manera de transformarla a través del arte. Como siempre digo, la historia suele decirnos en cuál escenario pararnos, depende de nosotros no equivocarnos”.
La necesidad de encontrar una fórmula perfecta para esta nueva manera de hacer teatro genere ganancias, viene de la seguridad de que llegó para quedarse —con o sin pandemia—, así lo aseguran muchos creadores. Y Alemán alega: “Esta nueva forma de hacer teatro en vivo permanecerá, para captar nuevas audiencias, crear alianzas a nivel internacional, reforzar la unión y abrir otros espacios de trabajo para la gente de teatro en cualquier parte del mundo donde nos encontremos. Esta nueva forma de hacer teatro en vivo, demostró una vez más la enorme capacidad del teatro para sobrevivir y generar nuevas vías para continuar trascendiendo la historia”.
Otro espacio disponible es La Caja de Fósforos (en la Concha Acústica de Bello Monte), que próximamente estrenará su propia plataforma online con la serie web Bicho raro. También en la plataforma de compra y venta de entradas, Ticketmundo, se ofrecen diferentes espectáculos de todo tipo, entre ellos las obras de teatro producidas y grabadas durante la cuarentena por la Asociación Cultural Humboldt.
En la tercera semana de enero de 2021 se decretó la reactivación de cines, teatros y museos durante las semanas flexibles. Pero ese regreso aún no supone seguridad económica para el gremio, pues no están operativas todas las salas, se reduce el aforo y se lidia con el miedo de la población. Es por esto que las alternativas para un par de meses parecen ser la única realidad actual y buscan, con el paso de los días, convertirse en un negocio mucho más rentable.