Una extraña llamada en vivo dejó más dudas de las que ya había sobre la salud del número dos del régimen. Mientras tanto, siguen muriendo médicos venezolanos por covid-19
La cosa se hizo aún más rara porque Maduro apagó su micrófono durante varios segundos y dio instrucciones, antes de que hablara esa persona que para nada suena a Cabello
Nicolás transmitió por VTV, canal del Estado, una reunión del PSUV para organizarse para el proceso de diciembre. Se ufanó de datos viejos sobre la militancia y quiso solventar el rumor de la supuesta muerte del vicepresidente del partido, Diosdado Cabello, así que anunció que haría una videollamada en vivo. Advirtió mientras lo presentaba, que donde estaba no podía encender la cámara y silenció su micrófono, pero no salió de imagen. Una voz distinta a la conocida y más bien nerviosa preguntó si le escuchaban y saludó a Nicolás como presidente. Leyó cifras para saludar como no lo hace regularmente Cabello. Mientras tanto, Nicolás movía los brazos mirando a quien estuviera detrás de cámara. En redes sociales la conclusión común fue que la voz no era la de Diosdado. Nicolás dijo: “Ya los escuálidos están diciendo que el que está hablando no es Diosdado, imbéciles, son unos imbéciles (…) Entonces, ¿quién es? ¿Guaidó? ¿Leopoldo López? (…) Son unos imbéciles, vale, son unos imbéciles”. El color y el tempo de la voz pueden cambiar tras una intubación, eso lo registran muchos pacientes. Lo que no cambia es el fraseo, la estructura del discurso ni la arrogancia. El poder también se ejerce desde el verbo, y la amenaza es una forma de discurso muy peculiar. Cabello siempre trabaja con aduladores alrededor, a ellos dedica cada pregunta comprobatoria con la que sella sus afirmaciones. Hoy no hubo ni una. Un dato más: antes, cada vez que Cabello llamaba “presidente” a Nicolás, le incluía un dejo de desprecio, una pronunciación que entreveraba disciplina, pero jamás respeto. Las redes dudan.
El ministro de comunicación de Nicolás, Jorge Rodríguez, informó que este lunes registraron 548 nuevos casos de covid-19, para un total de 20.754 contagios reconocidos. También informó sobre 6 fallecidos, para un total de 180 muertes reconocidas.
La oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU afirmó en su más reciente informe que para el 11 de julio, 212 miembros del personal de salud en Venezuela eran positivos en covid-19, con la limitada disponibilidad de equipos de protección como posibles causas de contagio. El documento de la OCHA destacó que para el 28 de julio se habían realizado en el país un total de 1.511.433 pruebas diagnósticas, de las cuales apenas entre 5 y 6% eran PCR. Venezuela tiene la mayor tasa de fallecimientos de personal sanitario a nivel global: un 22%, pues 42 trabajadores de la salud han muerto, según los datos recolectados el gremio médico, una dolorosa prueba de la negligencia oficial. De hecho, la madrugada de este lunes falleció el director del Hospital Central de Maracaibo, el doctor Luis Felipe Salazar, y en la tarde, murió por coronavirus el doctor Alexander Gotera, el médico Nº 22 que fallece en el estado Zulia.
El diputado José Manuel Olivares, comisionado para la Salud de la Asamblea Nacional y el gobierno interino, denunció que ha contabilizado otros 175 fallecidos distintos a los reportados por el régimen. De esos, 38 corresponden al sector salud. Advirtió que se está evidenciando un aumento generalizado de casos que requieren hospitalización y que la ocupación de las camas de terapia intensiva ya es de 63% a nivel nacional. Olivares afirmó lo que todos sabemos (salvo Nicolás): que los pacientes asintomáticos no requieren hospitalización. “Maduro los hospitaliza por el control social y el negocio”, denunció.
Juan Guaidó entregó este lunes insumos de protección para el personal de salud en Caracas. En un video publicado en redes dijo que se han hecho grandes esfuerzos para respaldar al sector salud, que ha sido golpeado por la emergencia humanitaria compleja, la destrucción del sistema de salud, la corrupción y la ineficacia: “Por primera vez en la historia hemos logrado recuperar dinero de la corrupción para entregarlo directamente a quienes más nos necesitan”, dijo. Debido a la persecución política y las represalias contra el personal médico, no se reveló el centro de salud al que asistió.
El Fondo de Inversión Directa de Rusia anunció este lunes que suministrarán el medicamento Avifavir, diseñado para los pacientes que padecen el nuevo coronavirus, pero Venezuela no aparece en la lista de recipiendarios latinos, a pesar de la relación política.
La periodista Esteninf Olivarez relató el maltrato contra un médico residente de Pediatría en el Hospital Vargas, quien presentó dificultad respiratoria y vivió toda la discriminación que se ejerce contra un paciente de coronavirus. De hecho, el colega que lo hospitalizó fue amonestado por hacerlo.
En cuarentena en el estado Vargas la tripulación del ferry Paraguaná I por covid-19, por lo que suspendieron sus operaciones en la ruta La Guaira-Margarita.
Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo y Encuentro Ciudadano, ratificaron este lunes el acuerdo unitario de la oposición sobre no participar en las “elecciones” parlamentarias de Nicolás. Los voceros aseguran que trabajan para conciliar y anunciar la ruta para seguir trabajando por el cambio. Se anunció que a partir del miércoles 5 de agosto habrá consultas regionales y con sectores de la sociedad civil para construir “la unidad superior”, un pacto nacional.
Estados Unidos respaldó la decisión de los 27 partidos de no participar en lo que consideran un fraude electoral, convocado por el régimen de Nicolás para diciembre, e instó a apoyar la lucha por unas elecciones libres y justas.
Andrés Caleca, expresidente del CNE; Eduardo Roche Lander, exvicepresidente del CNE; Ildemaro Martínez, exmiembro del directorio del CNE; Rafael Lander, ex vicepresidente del CNE y Egleé González Lobato, ex consultora jurídica del CNE, presentaron este lunes al TSJ una Acción de Amparo y Recurso de Inconstitucionalidad sobre las “elecciones” de diciembre, que consideran inconstitucional por las violaciones que atentan contra las normas
John Bolton, su ex asesor de Seguridad Nacional, sigue vendiendo su libro y en una entrevista con El País de España afirmó que el presidente Donald Trump hizo creer que sacar a Nicolás del poder sería una cuestión fácil cuando era todo lo contrario: “Él tomó todas las decisiones, y el liderazgo implica asumir la responsabilidad por tus decisiones. Culpar a tus subordinados cuando las cosas no van bien es una forma de esquivar las responsabilidades”, dijo, y añadió que el chavismo es frágil, “si los cubanos se van mañana, el régimen cae al día siguiente”, aseguró.
La Corte Suprema de los Estados Unidos negó la apelación del presunto testaferro de Tareck El Aissami, Samark López, por sus activos congelados ($ 318 millones): “Esto permite a los tres contratistas de defensa estadounidenses cautivos durante años por las FARC cobrar su compensación de $ 318 millones de los activos congelados de López en los Estados Unidos“.
Claudia Díaz, ex enfermera de Hugo Chávez y luego ex tesorera de la nación, compró en 2014 lingotes de oro para mover un dinero cuyo origen no se puede demostrar. A través de una empresa fantasma establecida en San Vicente y las Granadinas, Díaz compró 250 lingotes valuados en más de 9,5 millones de dólares, según registros judiciales de Liechtenstein a los que tuvo acceso la agencia The Associated Press. En 2015 un representante de la ex enfermera vendió una cantidad casi idéntica de lingotes y la mayor parte de los ingresos los depositaron en un banco suizo. Estos movimientos forman parte de una investigación criminal sobre la red de empresas fantasmas y cuestionables banqueros que han ayudado a convertir a Venezuela en uno de los países más corruptos del mundo. Fue en 2016 cuando el país conoció a Díaz al aparecer en los Papeles de Panamá. Vive con su esposo, Adrián Velásquez, en Madrid, donde los arrestaron brevemente en 2018 luego de una solicitud de extradición venezolana. Ambos están sancionados en EEUU por un fraude cambiario de al menos $ 2.400 millones. Los lingotes representan apenas una pequeñísima fracción del monto total saqueado de Venezuela, pero muestran que ha habido formas creativas de mover ese capital.
