En la oscuridad, a Maracaibo la desmantelaron.
Entre los apagones y el racionamiento eléctrico de 2017 y 2018, los ladrones desconectaban a la segunda ciudad más grande de Venezuela al robarse el cobre de los cables coaxiales. Para finales de 2018, la mayor parte de la ciudad tenía conexiones limitadas de internet o televisión por cable. “El desmantelamiento de Cantv fue increíble. Se llevaron todo [el cable coaxial] y lo vendieron por una miseria”, explica Alberto Marín, periodista zuliano especializado en telecomunicaciones.
Lo peor aún estaba por venir. El mega apagón de marzo de 2019 expuso las debilidades de las únicas conexiones “estables” de la capital zuliana: las celulares. Las operadoras fueron incapaces de atender la marea de datos del estado que consume más megas por persona en Venezuela. “Los zulianos estaban molestos. El maracucho necesita estar conectado”, apunta Iván Bello, director comercial de AirTek, una empresa local de internet.
Ese fue el punto de inflexión. De allí en adelante, Maracaibo se ha transformado hasta convertirse en la meca del internet venezolano, con velocidades de conexión que no se ofrecen en Caracas y una guerra de precios que haría sonrojar a Adam Smith.
Del “satelital” a la fibra
Los proveedores de internet zulianos comenzaron a ofrecer conexiones por radiofrecuencia (wISP) como una solución en medio de los apagones. El mal llamado “internet satelital” consiste en un arreglo de antenas, con baterías de respaldo, que envían y reciben paquetes de datos. Si el usuario puede garantizar que su módem tenga electricidad (con un UPS, por ejemplo) la conexión es estable, así no haya luz en su casa.
El “satelital” explotó en Maracaibo, pero era un internet costoso. Compañías como Fulldata o AirTek encontraron mercado, pero su base de clientes era limitada por los costos de instalación (hasta 500 dólares) y la tecnología. AirTek ofrecía una conexión de 5 Mbps por 27 dólares en 2019, cuando en Caracas se ofrecían paquetes similares por unos 100. El internet por radiofrecuencia era una solución, pero no la respuesta.
A finales de 2019, dos eventos terminarían de enrumbar la transformación de Maracaibo. Por un lado, Fulldata comenzó a explorar opciones de fibra óptica para la ciudad. Al ser un terreno plano y con pocos accidentes geográficos, era ideal para hacer despliegues aéreos de cable.
Simultáneamente, tres cableras muy afectadas por el robo de su infraestructura (Multivisión, Corporación Matrix y AirTek Solutions) se fusionaron con la idea de ofrecer internet de alta velocidad para toda la ciudad en 2020. Los primeros tambores de la guerra de la fibra comenzaban a sonar.
La guerra de la fibra
Cuando la pandemia del COVID-19 llegó a Venezuela, AirTek comenzaba su despliegue de fibra óptica al norte de Maracaibo. Los primeros días del confinamiento saturaron su red inalámbrica, especialmente por el aumento del consumo de plataformas de video en demanda, como Netflix. “En un mes, nuestros clientes llegaron a consumir 163 TB de datos solo en Netflix”, señala Bello. Estas circunstancias solo aceleraron el proyecto de fibra óptica. Un mes después, Fulldata comenzaba sus operaciones de fibra en el este de la capital zuliana. Los precios de los planes de fibra directo al hogar (FTTH) eran mucho menores que los de “internet satelital”. Las antenas comenzaron a desaparecer. Todo el mundo quería una conexión FTTH.
Con el pasar de los meses, los precios siguieron cayendo. “Era una masacre. Nosotros queríamos los clientes. Las otras compañías (AirTek y Maracaibo Net) también. Así que decidimos ponernos los patines”, enfatiza Alberto Villasmil, director de Fulldata. Las redes sociales marabinas comenzaron a mostrar un montón de anuncios de planes de fibra que eran, literalmente, una bomba.
AirTek comenzó a ofrecer un plan de 50 Mbps de velocidad de conexión por 25 dólares mensuales que puede expandirse hasta 600 Mbps por 69 dólares. “A los maracuchos les encanta que corran las películas, ve, suavecitas, y en alta calidad. Eso es lo que ofrecemos, esa experiencia”, describe Bello.
Con más de 20.000 suscriptores, reclaman para ellos el liderazgo del mercado local de FTTH, con planes de expandirse en los próximos meses hacia el oeste de la ciudad y hacia San Francisco, al sur.
En enero, Fulldata respondió al desafío. Aumentaron su plan básico de 60 Mbps a 80 Mbps y le bajaron el precio de 30 a 25 dólares. La compañía también ofrece “el plan residencial más rápido del país” con 800 Mbps de velocidad por 75 dólares. Pero su foco es otro, uno pocas veces visto en Venezuela: atención al cliente. “El cliente venezolano, en general, necesita atención. Están dispuestos, incluso, a pagar más si les das un buen servicio, escuchas y resuelves los reclamos. Por eso cortamos el tiempo promedio de reparación a una ventana de 4 a 6 horas, y nuestros clientes están felices”, añade Villasmil.
¿Es tan bueno como dicen?
«Todos los que tienen internet por fibra son felices», comenta Marín. «Maracaibo es la génesis del internet de alta velocidad en Venezuela porque tenemos las empresas, el consumidor y un importante sector de desarrollo de software que aún está en pie». La capital de Zulia cuenta con dos de las escuelas de ingeniería informática más importantes del país y fue considerada el estado “Silicon Valley” de Venezuela por la cantidad de empresas de software con sede en su capital.
Pero ¿cuán real es esto? Según la última encuesta del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP), para una élite es muy real. En el último trimestre de 2020, solo el 7,1 % de los maracuchos cambiaron de compañía de internet, pero el 80 % dijo que ahora tienen un mejor servicio. Maracaibo también es el líder general de la encuesta en calidad de servicio (41,1 %).
Hay algunos obstáculos en el camino. Los enrutadores para usar conexiones de alta velocidad son de última generación, generalmente costosos, y no precisamente los que suelen estar instalados en los hogares venezolanos. Además, 25 dólares no parece mucho para una conexión tan buena, pero en un país con un salario mínimo inferior a un dólar mensual, es un monto difícil de conseguir. El factor migración ayuda a mitigar. “Los migrantes pagan estas facturas porque quieren que sus familias estén conectadas para poder verse en videollamadas y llamadas de WhatsApp”, explica Marín.
La burbuja de Internet de Maracaibo es tan buena que ha movido la aguja del promedio de la conexión de banda ancha de Venezuela en servicios como Speedtest. En marzo de 2019, el país ocupaba el penúltimo lugar en el ranking mundial de Ookla (3,67 Mbps en promedio). En diciembre, estaba fuera de los 20 últimos y, por primera vez, alcanzó velocidades de dos dígitos (11,87 Mbps). «Una conexión de 800 Mbps en Maracaibo puede igualar 400 conexiones Cantv ABA con el promedio de Ookla», comentó Fran Monroy, veterano periodista de la fuente.
“Estas son personas que decidieron arriesgarse e invertir en infraestructura digital”, dice Luis Carlos Díaz, presidente del capítulo venezolano de Internet Society. “Lo hicieron entendiendo su mercado local y ahora tienen éxito. Maracaibo es ahora un laboratorio gigante, un laboratorio para decirle al resto del país que un buen internet es posible”.
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