Es toda una paradoja. Una de las economías que ha tenido peor desempeño en el mundo en los últimos ocho años le está sacando ventaja a otros países en esa transición digital que se aceleró tras la pandemia del covid 19.
Emprendimientos tecnológicos que ofrecen servicios en línea bancarios, financieros, de transporte y deliveries, pagos digitales alternativos, comercio electrónico, criptomonedas y fintech (término que alude a las empresas que venden nueva tecnología financiera), se multiplican en la dolarización de facto y la flexibilización de los controles. De alguna manera el mercado se ha ido imponiendo para dar oxígeno a la economía venezolana.
Y dentro del grupo de emprendedores, hay miles enfocados en innovaciones tecnológicas. Así que no hablamos exclusivamente de empresas que están dando servicios en línea educativos, de transporte o de diseño y mercadeo; vendiendo inmuebles, música y cine o despachando a domicilio hamburguesas, pizzas, tortas, bebidas, ropa, repuestos automotrices, perfumes y juguetes a través del comercio electrónico, sino también de startups que están dejando una huella interesante en el modo tradicional de hacer economía y finanzas.
Un salto inesperado
El ingeniero electrónico Carlos Morillo, profesor invitado del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), mentor de emprendimientos en el Programa Emprende y experto en negocios digitales, describe el contexto que ha impulsado la aparición y el crecimiento de startups ligadas a la actividad fintech en Venezuela. Los cajeros automáticos y los dispositivos de puntos de venta (POS) pasaron de ser una solución a ser un problema, con la hiperinflación, la escasez de efectivo y la falta de divisas para su mantenimiento.
Una innovación técnica empezó a cambiarlo todo: las transferencias peer-to-peer (P2P) entre personas naturales, mediante una aplicación y a partir de datos básicos como el banco receptor, los números de cédula y de celular del destinatario.
Pero además, “Sudeban permitió la participación de empresas privadas y personas jurídicas en la importación y mantenimiento de los POS, iniciando así una nueva actividad económica con nuevos agentes autorizados que comercializan equipos y cobran una comisión sobre las transacciones efectuadas por los comercios en las redes de pagos, manejadas por la empresa Credicard y los bancos nacionales”.
Con las empresas que brindan alternativas de medios de pago, los bancos recuperan sus ingresos por servicios de intermediación, al implementar esas nuevas opciones. Por eso los bancos, explica el académico, “habilitaron a las empresas emergentes de fintech sus accesos a las redes de pago nacionales y a las franquicias de tarjetas de crédito. Los agentes autorizados en la comercialización de POS comienzan a mediar las transacciones financieras, ofreciendo nuevas oportunidades para sus clientes con un portafolio de servicio basado en el conocimiento de los datos generados por la operación financiera. Estos agentes ahora sueñan con convertirse en los nuevos bancos enteramente digitales del país”.
De esta manera, el mercado venezolano se enriqueció en 2020 y 2021 con nuevos servicios, como P2P, C2P, billeteras digitales y pasarelas de pago que pueden operar las transacciones de los clientes directamente con los bancos nacionales y las franquicias, estableciendo una alianza entre los bancos y las nuevas firmas fintech. Pero hay más. “Para algunos países, la eliminación del efectivo es una estrategia nacional a concretarse en las próximas décadas, pero en Venezuela se adelantó como consecuencia de la hiperinflación, pésimas políticas financieras públicas y la adopción de la divisa extranjera. La resiliencia venezolana logró, pese a las limitaciones de obsolescencia tecnológica, desinversión y escasez de talento humano calificado por la migración, generar propuestas de cambio sobre las plataformas tecnológicas y redes de pago existentes para adaptarse a una economía sin bolívares en efectivo”.
El experto proyecta que para 2022 algunos bancos recuperarán el control sobre los medios de pagos (POS), se incrementarán las transacciones financieras no originadas en dispositivos físicos, crecerá el portafolio de productos de medios de pagos digitales y más bancos se alinearán con la tendencia del open banking —que pone a disposición del cliente muchas más opciones gracias a la tecnología— y la apertura de API —la tecnología que conecta apps con el sistema financiero— , para brindar más y mejores servicios financieros a su creciente número de clientes digitales: los que ya no necesitan presentarse en una agencia bancaria.
Sin tienda y sin bolívares
La gente está emprendiendo básicamente por necesidad, porque el dinero que ganan con el ejercicio de sus profesiones y oficios no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas, destaca Aramis Rodríguez, profesor del Centro de Innovación y Emprendimiento del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) y doctor en Ciencias Empresariales.
Al mismo tiempo, según el más reciente ranking global Doing Business del Banco Mundial, Venezuela es uno de los peores países para hacer negocios y abrir empresas del mundo. Se necesitan 230 días para abrir una empresa formal, mientras que en Colombia se puede hacer lo mismo en seis días, por ejemplo. Puede que esta sea una de las razones por las cuales muchos de los emprendimientos que están naciendo en Internet no constituyan empresas formales, algo a considerar a la hora de interactuar con ellas para no caer en estafas: hay que tratar de buscar empresas serias que uno sepa que responden. Otros venezolanos han puesto en marcha startups de primer nivel en Colombia, México, Estados Unidos, España y otros países de Europa.
Según este ranking de startups en Venezuela, el top ten está integrado actualmente por las marcas Social Gest, ConLaLlave, Mi Apartaco, Akademia, Cusica, Guuao, Tigrenator, Gov3DStudio, PagoFlash y Tikket. Es decir, empresas dedicadas a gestión de redes sociales, compra y alquiler de inmuebles, servicios de pagos, servicios de gestión académica, diseño, atención al cliente y comercio electrónico.
Hace poco, Front Consulting Group difundió un estudio según el cual en Venezuela, durante la pandemia, se crearon al menos tres mil nuevos emprendimientos —la mayoría en distribución y venta de alimentos, salud, electrónicos, ropa, calzado y entretenimiento— de los que sesenta por ciento no tienen tienda física y muy rara vez operan en más de una ciudad.
Un rasgo importante de este fenómeno tiene que ver con el crecimiento de las criptomonedas en Venezuela.
El método principal que los venezolanos usan para adquirirlas son exchanges, plataformas con tecnología blockchain que funcionan como una casa de cambio virtual, donde se establece el valor de las monedas a partir de la oferta y la demanda y que permiten cambiar el dinero fiat por criptomonedas. Entre los exchanges más frecuentemente usados en Venezuela hoy, están Localbitcoins, Binance, AirTM, Cryptobuyer y SatoshiTango.
También existen ya en el país cajeros automáticos de bitcoins que permiten comprar criptomonedas a cambio de dólares en efectivo. Las criptomonedas están siendo aceptadas como forma de pago alternativas no solo en franquicias de comida rápida, como McDonalds o Burger King, sino también en algunos supermercados, restaurantes, hoteles, agencias de viajes y centros de entretenimiento, centros de estudios, locales de venta de autos e inmuebles e incluso entre vendedores informales.
Incubando para el futuro
Entretanto, Founder Institute, la incubadora de empresas y programa de lanzamiento de startups más grande del mundo, anunció su llegada a Venezuela este año. Ofrece programas para emprendedores en etapa inicial, para desarrollar sus ideas de negocios y edificar sus empresas. Esta organización se ha propuesto poner en marcha mil empresas por año en el mundo y, con ellas, general diez mil puestos de trabajo.
El periodo para solicitar participación en el primer programa del Founder Institute-Caracas concluyó recientemente y esta primera cohorte está enfocada en desarrollar empresas de tecnología. Se puede acceder a esta incubadora de empresas y dar seguimiento a los eventos que desarrollarán en los próximos meses a través de este enlace. Y sigue activo el Impact Hub de Caracas, otra comunidad de emprendimiento relevante que ayuda a captar capital semilla para desarrollar proyectos con alto potencial, imparte conocimientos a asociados para aprovechar oportunidades de mercado y perfeccionar equipos, y brinda espacio en sus instalaciones a emprendedores para networking y coworking.
Habrá que ver cuántas más oportunidades pueden surgir a partir de aquí y estudiar en el futuro cuánto duran estas empresas, cuánto pueden crecer, cómo se comportarán en la realidad venezolana sus modelos de negocio. Pero lo que sí sabemos hoy es que hay un emprendimiento legítimo ocurriendo en nuevas tecnologías. ¿Se le pemitirá evolucionar?