Por treinta años ya se ha celebrado en Caracas el Festival Nuevas Bandas, un evento de notables prestigio y constancia, organizado por Félix Allueva, fundador y presidente de la Fundación Nuevas Bandas. Este año, por tercero consecutivo, la FNB y Amnistía Internacional unieron esfuerzos para producir el Festival de Música Urbana (FMU), una plataforma para los nuevos talentos que surgen en nuestro país en ese género popular.
De las ocho propuestas recibidas, el rap fue el género más común, siempre combinado con otros estilos que hacían única presentación. El festival, que consta de varias presentaciones en un solo día, se transmitió el 28 de noviembre pasado por el canal de YouTube de Amnistía Internacional. Antes lo grabaron cumpliendo con las medidas de bioseguridad necesarias para prevenir el contagio del covid-19. Es entonces otra producción transformada por la nueva forma de vida que ha tomado el mundo entero.
MHA y su intento de popularizar tradiciones
El ganador en esta oportunidad fue Manuel Herrera Almanza, o MHA. Desde los nueve años Manuel Herrera Almanza (MHA), ganador de la tercera edición del FMU, ha estado relacionado con la música tradicional venezolana. Durante años se ha formado musicalmente como parte del Ensamble B11, grupo con el cual se ha presentado junto a Gerry Weil y ha ganado un Premio Pepsi Music. En 2017 publicó su primer álbum como solista titulado Así soy yo y desde niño su meta fue participar en el Festival Nuevas Bandas —dedicado a las propuestas emergentes en el pop/rock.
Cuando hace tres años apareció el Festival de Música Urbana, MHA se empeñó en presentarse en ese encuentro, que reúne el nuevo talento dentro del género. Desde el inicio confió que esta participación “aportaría muchas cosas” a su carrera.
—Mi proyecto como solista —dice— lo he trabajado con las uñas, nunca hemos tenido un patrocinador o alguien que nos apoye. Este festival se convierte en esa ventana, esa vitrina, que permitirá que la gente me conozca como MHA. Ayudará a que mi mensaje llegue a más personas y no solo se quede en mi familia o amigos.
El cantante resalta en sus canciones que nació y se crió en Petare. MHA se postuló para las dos ediciones anteriores, pero hasta este año no lo seleccionaron. Piensa que fue el momento más adecuado, pues le dio tiempo de madurar el concepto cuyo fin es difundir sonidos populares de Venezuela. En sus presentación, su acompañamiento no es solo el micrófono y una pista, también dos tambores, un cajón y una guitarra. Esos instrumentos aportan sonidos más populares a la rítmica normal del rap o del trap.
Félix Allueva, califica este proyecto como una “fusión urbana”. MHA explica el origen de esa mezcla:
—Yo he tenido formación en música popular venezolana y siempre me pregunté por qué los jóvenes desconocemos los golpes de tambor, nuestras tradiciones, entonces mi intención fue fusionar lo que más nos vacilamos, como el rap o el trap, con la música tradicional. Me siento libre haciendo música urbana y jugando con ella.
La proyección necesaria para transmitir un mensaje
La rapera Ángeles Moreno (Afreeka), ganadora de la segunda edición del Festival (FMU), cuenta que en los talleres previos al festival un participante preguntó “¿cuál sería el premio?”, la respuesta de los organizadores fue “la proyección”. Para ella no fue solo eso. A la proyección se le suma la oportunidad de ser parte de una organización con un mensaje, la oportunidad de decir algo.
—Cuando se realizan las actividades de formación con los seleccionados —cuenta Afreeka— nos explican todo lo que es la campaña Basta de balas, conocemos ciertas cosas que ignorábamos y nos convertimos en voceros en favor de ese mensaje. El género urbano tiene muchas ramas, el trap y el drill son las olas más recientes, y las que suelen promover temas violentos o misóginos, en los que te venden como cool todo esto de disfrutar la vida sin respetar las reglas o a los demás. Que haya un festival que te demuestre que sí puedes hacer esa música pero con contenido me parece genial”.
La rapera fue jurado de la edición de este año junto a Félix Allueva, los locutores Lorenzo Martínez y Marco Antonio Santos (DJ Marco77), la productora Ana María Díaz y Adriana Botini por parte de Amnistía.
Afreeka decidió hace trece años expresar sus inquietudes a través del rap, aunque es una seguidora de las baladas románticas. Su trabajo, además de lo lírico a partir de temas con un sentido positivo, tiene las características de que van evolucionando en sonido, siempre trata de probar nuevas mezclas.
Sobre su relación con Amnistía Internacional, comenta:
—Luego de ganar noté una diferencia, supongo que quizás la organización se identificó también conmigo, con mi forma de decir las cosas, con cómo llego a la gente y puedo influir en ellos, comenzamos a fortalecer más la relación. Tuve la oportunidad de ir a las instalaciones, de conocer a la mayoría de las personas que trabajan allí, de grabar material para sus redes sociales. También tuvimos actividades en las que pudimos visitar comunidades y en las que yo como persona, como ganadora y como vocera de la campaña pude llevar mi mensaje.
La importancia del mensaje es también un punto que resalta MHA, el ganador de esta edición, para él los talleres previos al festival junto a Amnistía Internacional son de gran importancia para el desarrollo de las propuestas. Esta organización es creadora de la campaña Basta de balas, por lo que el encuentro y la formación de los seleccionados están directamente relacionadas con promover la conciencia contra la violencia, sea cual sea su tipo. Afirma “Podemos hacer rap, trap o reggaeton con nuestra realidad”.
Además del premio al ganador, el festival otorga dos menciones especiales. Una para el Mejor Mensaje, que en esta oportunidad ganó Cens, y otra para el Artista Revelación, que fue Arkaiko.
Nuevas Bandas: del rock al urbano
Rechazo. Eso genera en muchos fanáticos del rock la idea de que una organización como la Fundación Nuevas Bandas, con treinta años de trayectoria en el pop/rock nacional, decida apoyar el reguetón o el trap, tan populares y odiados al mismo tiempo. Feliz Allueva, presidente y fundador de la fundación, lo explica:
—La música urbana es un avance dentro de la música pop, más aún, me atrevo a afirmar que el reguetón o el trap son el pop del nuevo siglo y algunos sectores no lo terminan de entender. Por eso es natural que el Nuevas Bandas camine hacia lo urbano.
Allueva se ha convertido en una pieza fundamental en la historia musical del país. Su trabajo ha hecho que el inicio de bandas emergentes y demás proyectos sean conocidos en todo el país. Para él, estudioso del pop/rock, la llegada de un Festival de Música Urbana no es más que “evolución natural”. Se entiende si no se ve el reguetón como algo que llegó de otro planeta sino como una transformación y fusión de diversos sonidos como el jamaiquino, la música negra norteamericana y los típicos sonidos del Caribe.
También es trabajador social y en sus escritos sobre la historia musical analiza los momentos que atraviesa la sociedad y los cambios que se van sucediendo, para explicar el fenómeno musical desde el fondo:
—El rock en Venezuela desde sus orígenes, hasta no hace muy poco, ha sido vinculado a la clase media y el hip hop a los sectores más populares. Pero ahora que los tiempos cambian, la música cambia, y se entrecruza lo musical, lo cultural y lo social, vemos manifestaciones donde todo se va compartiendo. En este momento las cosas tienen que cambiar, hay rock en lo popular e incluso la música urbana ha penetrado los sectores medios.
El presidente de la Fundación Nuevas Bandas, que celebra los treinta años que han pasado desde el primer Festival Nuevas Bandas, dice que llegan más de doscientas propuestas de música urbana cada año y que dentro de estas predomina el hip hop y el reguetón, también cuenta que los hombres lideran la mayoría de los proyectos.
En esta tercera edición, de los ocho participantes que llegaron al final, la única mujer fue la cantante Fémina. Su propuesta es el trap, estilo criticado porque en la mayoría de los casos su mensaje es machista. Para Allueva, la participación de mujeres en la música también crecerá según pasen los años.