DirecTV acaba de suspender su servicio en Venezuela y parece que la razón son las sanciones de la OFAC contra Maduro. ¿Por qué pasa esto, y qué dicen las sanciones al respecto?
ATT&T, dueña global de DirecTV, emitió un comunicado anunciando que suspenderá sus servicios de televisión satelital paga en Venezuela. ¿La razón? Que se le hace imposible cumplir con las exigencias de las sanciones impuestas por los Estados Unidos —ATT&T es una compañía estadounidense— y los requisitos mínimos que exige el régimen de Maduro para prestar el servicio en el país. Las sanciones no prohíben que la compañía pueda prestar sus servicios a venezolanos, sino que haga negocios con el régimen—o con individuos u organizaciones relacionadas a él.
Si la ronda más fuerte de sanciones es de agosto de 2019, ¿por qué ocurre esto ahora?
Según el periodista especializado en comunicaciones Luis Carlos Díaz, Estados Unidos le dio algún tiempo a AT&T para tomar alguna medida sobre sus intereses en Venezuela, pero en diciembre incrementó la presión.
Para que DirecTV siguiera prestando servicios en Venezuela, era necesario que sacaran los canales relacionados con el gobierno de su parrilla. Pero el régimen de Maduro le exigía mantener Globovisión (cuyo accionista principal, Raúl Gorrín, está sancionado por EEUU) y los canales de Pdvsa (compañía estatal, directamente sancionada por la OFAC), como requisito para seguir operando en el país. Ante el dilema, la compañía decidió terminar sus operaciones en Venezuela.
¿Cuál es el alcance de DirecTV en Venezuela?
DirecTV era el mayor servicio de cable del país, con más de seis millones de suscriptores y alrededor de 700 empleados. Mediante las antenas de plato orientadas al cielo, DirecTV podía ofrecer su servicio donde más nadie podía, como áreas rurales o sin señal de otra cablera o de los canales de señal abierta. Eso incluía tanto fincas o playas o puertos fluviales en Amazonas, como barrios donde viven millones de personas en las grandes ciudades. Ahora, toda esta gente se queda sin esa vía para recibir entretenimiento e información, en varios casos la única que tenían.
¿Y ahora, qué alternativas tienen los venezolanos?
Una ínfima parte de la población puede pagar servicios internacionales de streaming como Netflix. El periodista Arnaldo Espinoza sugiere que muchos podrán empezar a comprar decodificadores de DirecTV en Colombia, lo que significa contratar una suscripción colombiana, que no incluye canales venezolanos. Eso si se encuentra la manera de hacer llegar uno de estos decodificadores a tu casa, en un país confinado, con las fronteras cerradas y sin gasolina. Lo más probable es que surja algún mercado negro para esto. No subestimemos nunca la capacidad venezolana para resolver y resistir.
¿Significa esto que ya no se podrá ver ningún canal de cable en Venezuela, o ningún contenido que venga de Estados Unidos?
No necesariamente. Todavía hay otros servicios de cable y maneras de ver streaming. Pero una cosa era instalar una antena en una finca o un barrio, y otra muy distinta es conseguir que te instalen cable en un lugar así, lo cual pasa por crear la red primero. Lo cual es mucho más difícil en las circunstancias actuales .
¿Cómo se resuelve o revierte esta situación?
¿Tienen que levantarse las sanciones para que veamos DirecTV, o simplemente la empresa cierra operaciones porque ya no tiene estímulos económicos para operar en Venezuela? La compañía cerró las instalaciones de DirecTV en Venezuela inmediatamente, con lo que quedaron unas 700 personas desempleadas, y no parece probable que el fin de las sanciones haga que el servicio regrese. AT&T venía perdiendo ganancias en Venezuela, con los precios de la suscripción limitados por orden gubernamental, y tuvo que ir cancelando varios canales. Tengamos en cuenta que eso se pagaba en bolívares, así que para el conglomerado, cerrar esa operación venezolana no es una pérdida significativa.
¿Entonces, todo es culpa de las sanciones?
La verdad es que no. Este es el epílogo de una historia de acoso a las cableras y servicios de televisión paga que no iba a tener un desenlace distinto a éste, dentro de la campaña chavista de 20 años contra las libertades de expresión e información. El exilio de los canales de cable empezó en 2002, cuando el gobierno de Chávez empezó a censurar a CNN y a Noticias Caracol. En 2004, la nueva ley dio más poder a Conatel sobre los canales, hasta el punto de obligarlos a transmitir las cadenas. Luego vinieron el cierre de RCTV y RCTV International, y en los últimos años la salida de CNN, NTN24 y Noticias Caracol. Es otro caso más en el que el régimen chavista gana y la gente pierde, pero esta vez las sanciones de Estados Unidos tienen algo que ver. Una situación cada vez más frecuente en este país sometido a Maduro y a las sanciones.