A Daniela Alvarado le costaba negarse a proyectos en los inicios de su carrera como actriz. Aceptaba lo que fuera con tal de estar activa, para que la vieran y seguir ascendiendo. Con los años entendió que no tenía que hacer papeles que no le gustasen, que su trayectoria estaba llena de roles protagónicos en muchas telenovelas y se podía permitir elegir. 

Pero cuando le ofrecieron interpretar a Hamlet en un montaje de la tragedia con puras mujeres en el elenco, no pudo negarse. Implicaba representar a uno de los personajes más complejos que escribió Shakespeare. Dice que tuvo hasta ataques de pánico cuando se dio cuenta del compromiso, pero le alegra haber dicho que sí: “Pocas veces se tiene la oportunidad de hacer algo así”.

Hamlet, la experiencia es un musical, dirigido por José Manuel Suárez y producido por Claudia Salazar de Clas Producciones, responsable del famoso montaje de Los Miserables de hace dos años. Se estrena el próximo 9 de junio a las 7:00 pm en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño y ha llamado la atención en estos meses por su elenco: Daniela Alvarado (Hamlet), Elba Escobar (Claudio), Nohely Arteaga (Gertrudis), Carmen Julia Álvarez (Polonio), Claudia La Gatta (Laertes), Grecia Augusta Rodríguez (Ofelia), Varinia Arráiz (Horacio), Marianery Amín (Rey/Pastor), Adriana Romero, Stephanie Cardone, Nella Martínez, Raquel Zapata y Carito Delgado y veinticinco actrices, cantantes y bailarinas más. Un total de cuarenta actrices en escena. Ni un solo actor.

La revancha de las actrices isabelinas

Durante el confinamiento, Suárez se dedicó a crear proyectos, a partir de las ideas que ha anotado a partir de muchos libros o películas, escaletas, sinopsis y  frases a las que espera darle vida alguna vez. Una de esas ideas archivadas en su computadora era juntar en un solo proyecto a actrices que fueron fundamentales en su formación como actor en telenovelas como A todo corazón (1997), Más que amor, frenesí (2001), Cosita Rica (2003), ¿Vieja yo? (2008) o Para verte mejor (2017). Otra era montar Hamlet, y esta fue la primera que puso en marcha al acabar el confinamiento: “Yo elijo hacer este montaje porque estamos dudando mucho. Por todos los juicios que te haces en la cabeza mientras se te van los días. Y le pasa a Hamlet, que no termina de decidir y al final pasa lo que le pasa por su inacción”. Sintió que era una obra que le hablaba de estos tiempos de incertidumbre, en los que se quedaba atrapado pensando si un proyecto tendría apoyo o no, sin poder avanzar. 

Con eso en mente dio con su lista de actrices para un ensamble. Fue así como se le ocurrió hacer que un elenco de mujeres llevara el clásico a escena. “Crecí con puras mujeres y esto puede ser un homenaje a ellas. A las mujeres se les prohibió durante muchos años hacer teatro. En el teatro isabelino los hombres hacían de mujeres.  Aquí va a ser al revés y no tengo que cambiar nada. Sentí la necesidad de ayudar a la mujer en la conquista del escenario. La mujer como centro de poder, de fiereza y de burla hacia el hombre”.

Muchas personas asumen que en Hamlet, la experiencia la protagonista es una mujer como en otras versiones de Hamlet en México y en España. Pero en este caso son actrices que interpretan también los personajes masculinos, lo cual en realidad no es más complicado que interpretar al personaje mismo. A Nohely Arteaga le corresponde interpretar a la terrible reina Gertrudis, por ejemplo, y a Grecia Augusta Rodríguez ese personaje clave en la pieza que es Ofelia. 

Grecia Augusta sabe que se ha dicho que como Ofelia ella es un desacierto: “Yo no soy muy femenina en mi vida, no sudo sensualidad. Para mí el acercamiento a esa fragilidad de Ofelia, implica tener cuidado con la manera en la que habla, en que se refiere a las cosas, en que se acerca a Hamlet, en su mirada. Es muy retador porque en mí lo natural es endurecerme”.

Negociando con la actualidad

José Manuel Suárez no considera que el espectáculo y el arte vayan por caminos separados, y eso es lo que quiere demostrar como director y productor. Cuando era un niño que comenzaba su carrera en la televisión, ya tenía contacto con maestros del teatro como Orlando Arocha, al cual sigue considerando un gran pilar en su carrera. Arocha le enseñó que si no usas tu intelecto para entender cosas y hacer que los demás lo entiendan, no estás rindiendo honor a ese regalo. 

Aunque no está adaptado a la actualidad, Suárez quiso un Hamlet más digerible para distintos públicos.

“Yo creo en las adaptaciones y en las versiones de los buenos textos y las buenas historias cuando sostienen y mantienen la poesía y la esencia pero juegas con algunos guiños. A mí no me gustan las adaptaciones demasiado coloquiales, que si Hamlet es el Rey de Chacao o entra comiendo arepa. He visto que hacen esas cosas para intentar acercar los clásicos al público”.

El espectáculo mantiene la historia del clásico pero fue adaptada a 2 horas y 45 minutos, eliminando algunas escenas. Como el original, este Hamlet transcurre en Dinamarca, el rey y padre de Hamlet ha sido asesinado, todo indica que el asesino es el nuevo rey y esposo de su madre —el tío de Hamlet—, y se produce el consecuente conflicto del príncipe sobre si vengarlo o no. 

Durante la promoción, no solo ha llamado la atención el elenco de mujeres, sino las canciones de salsa que se escuchan en el material difundido en redes sociales y radio. En uno de los ensayos, dos semanas antes del estreno, el director estaba guiando al elenco en la coreografía para el opening del segundo acto. ¿La canción? “Bemba colorá”, de Celia Cruz. 

¿Cómo encaja la salsa en esta tragedia?, pregunto. “La salsa es la manera de crear un puente más fuerte de identificación del espectador con respecto a la historia”, me explica el director. “Pienso en el animal sexual que hay en una mujer como Gertrudis, que tiene tanta necesidad de sentirse deseada y querida, de sentirse mujer más que madre, que se acuesta con su cuñado, el tío de su hijo, el asesino de su esposo. Eso es bien erótico y por eso escogí una salsa bien erótica”.

Además de salsa, este espectáculo también tendrá ópera, interpretada en vivo por la Orquesta Gran Mariscal Ayacucho, dirigida por Elisa Vegas. La cantante lírica y actriz Grecia Augusta se ha mantenido activa en el país participando en varias obras de teatro al año, pero en esta oportunidad cumplirá su sueño de cantar ópera en el proscenio de un recinto como la Ríos Reyna.

Un TTC digno de nuevo

Claudia Salazar, con Clas Producciones, se ha convertido en la productora de grandes espectáculos musicales en la Venezuela de estos años: La Novicia Rebelde (2011), Casi Normal (2015), Piaf, voz y delirio (2016) y Los Miserables (2019). Tras el confinamiento, Salazar comenzó a producir shows y obras de teatro más pequeñas, un nicho que le faltaba para mantenerse activa durante los meses en que planeaba otro gran espectáculo.

Una de las primeras obras a pequeña escala que produjo fue La vida me sabe a Shakespeare, una adaptación de Marisol Martínez que refiere a distintas piezas del dramaturgo inglés, en la que José Manuel Suárez fue parte del elenco. Salazar dice que siempre está en la búsqueda de un nuevo reto y que cuando Suárez le hizo la propuesta de Hamlet la aceptó inmediatamente. 

Al comienzo este Hamlet estaba pensado para presentarse en el teatro del Centro Cultural Chacao, pero a medida que se iba creando y ensayando, el montaje fue creciendo. Comenzó con la idea de la música y para Salazar la música siempre tiene que ser en vivo, este argumento lo usó para que en el Teatro Teresa Carreño aprobaran el proyecto.

A diferencia de cuando se montó el exitoso Los Miserables, ahora la sala Ríos Reyna tiene aire acondicionado. El complejo Teresa Carreño comenzó a ser reparado durante la pandemia. “Es satisfactorio ver que el Teresa Carreño se retoma para lo que es”, apunta Grecia Augusta. 

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Hamlet, la experiencia se presentará solo durante un fin de semana: jueves 9 y viernes 10 de junio a las 7:00 pm, sábado 11 a las 5:00 pm, domingo 12:00 pm a las 11:00 am y a las 5:00 pm. Entradas a la venta en Ticketplate.