Este contenido se hizo en colaboración con El Chigüire Bipolar.
Cuando Maduro pagó un taxi con petros
Para la escritora Violeta Rojo, uno bueno fue cuando Maduro dijo que se accidentó su carro de la Casa Militar, agarró un taxi en Maracay y pagó con Petros.
#29Abr | #viral Nicolás Maduro asegura que debido a una falla con el carro de Casa Militar, él y Cilia Flores decidieron utilizar un taxi para movilizarse en Maracay estado Aragua…
«En estos días agarré un taxi (…) Yo hice pin, pun, pan y pagué en Petro» pic.twitter.com/EATfhCFjvL
— 800 Noticias (@800Noticias_) April 29, 2022
Cuando salió esta noticia nuestro Inbox sencillamente colapsó. A ninguno de nosotros se nos hubiera podido ocurrir que a Maduro se le accidentara el carro, porque primero, ¡qué quedará para uno! Y segundo, todos sabemos que lo único que maneja Maduro en estos tiempos es un Nikko. Ya el cuento de que Maduro agarre un taxi es suficiente para que esa declaración se sienta sacada de El Chigüire, sí; pero la capa extra de que exista una persona dispuesta a recibir un pago en Petros es algo que sin duda solo pasaría en una de nuestras noticias.
El gran poeta de Venezuela
El periodista Diego Arroyo no puede olvidar el día en que el poeta Luis Alberto Crespo designó a Chávez como “el gran poeta de Venezuela”.
¡Por favor! Ese título le quedaría grande hasta a Tarek William Saab, el Fiscal General, aficionado a la poesía —por no decir poeta aficionado—, autoproclamado defensor de los derechos humanos y persona que aún usa los trajes de Luisa Ortega Díaz. No entendemos lo que Chávez causaba en Luis Alberto Crespo para que le picara ese nivel de quesillo; sin embargo, regañar a ministros en cadena a grito pelao y contar anécdotas graciosas sobre cólicos presidenciales o lanzamientos de rabos de cochino difícilmente haya sido inspirado por alguna musa y mucho menos califica como dotes de un poeta.
El pájaro
Para el profesor Ricardo Ramírez Requena el clásico momento en que la realidad parecía escrita por El Chigüire Bipolar fue cuando Maduro dijo que un “pajarito” con el espíritu de Chávez lo bendijo.
No es secreto para nadie que cuando Maduro llegó al poder hacía lo posible por mencionar a Chávez cada dos palabras y media, pero el día en que aseguró que un pajarito se le había acercado a decirle algo al oído tomó a todos por sorpresa. ¿Fue una alucinación producida por el dolor de la reciente pérdida? ¿Algún alpiste adulterado? ¿Una manifestación en nuestra realidad de un glitch en el multiverso chigüiresco? Nunca lo sabremos. Lo difícil es imaginar cómo habrá hecho ese pobre pájaro para volar de regreso a su nido con las alas llenas de aceite de empanada”.
Nobel para la peor economía del mundo
La historiadora Lorena Puerta rescata del pasado reciente uno que no circuló tanto como el del pájaro pero que es igual de increíble: Maduro afirmando que merece el Premio Nobel de Economía.
El mismo mandatario que llevó a un país productor de petróleo a la mayor inflación en la historia y puso a la gente a aprender a hacer arepas con concha de yuca y a usar pañales de tela, decidió un día que como ahora hay 1.300 tiendas de Nutella él se merecía el Premio Nobel de Economía, ignorando por completo que medio país subsiste con unos bonos de control social y debe rendir el shampoo con agua para poder andar medio decente.
La multiplicación de los penes
La historiadora Pamela Guillén no puede dejar de lado ese momento inolvidable en que Maduro pidió la multiplicación de, bueno, penes.
Sabemos que Maduro ha usado en los últimos años el tema de la inclusión para tratar de sacarle algún rédito populista —siempre en cadenas, nunca en actos oficiales—, pero esta vez sentimos que se le fue un poco de las manos cuando aseguró que Cristo había multiplicado los penes. No fue en junio, el mes que usa la comunidad LGBTIQ+ para visibilizar su causa; tampoco creemos que haya tenido intención de apoyar sinceramente al movimiento, pero se agradece el chinazo; ni el mismo Neutro Shorty hubiese podido imaginarse uno así.
Un chiste sobre la corrupción
El periodista e historiador Jesús Piñero suma a la lista el día en que Diosdado Cabello insta a militantes del PSUV a denunciar corrupción de funcionarios chavistas. Diosdado pidiendo que se denuncie la corrupción parece algo que solo el Chigüire reportaría, sin embargo, esto sí pasó. En serio. Lo que seguramente no ocurrió es que alguien denunciara algo —y si lo hicieron, ¡pobrecitos! Esas personas ya no deben existir—. Esta frase de Diosdado fue uno de esos momentos en los que dijimos “apaga y vámonos, aquí no hay nada más que hacer”.
Una de Henri Falcón
El politólogo Guillermo Tell Aveledo Coll recuerda cuando Henri Falcón cargó a una persona pequeña durante su campaña electoral. Hubiera sido infinitamente más fácil predecir que Falcón iba a saltar la talanquera por decimocuarta ocasión a atreverse a pronosticar lo que ocurriría aquella infame tarde de 2018: que el segundo saltador más famoso de nuestra historia reciente —superado solo por Yulimar Rojas— cargaría a una persona pequeña en medio de un mítin, algo que quedará en los libros de historia como su mayor logro político. Es uno de esos momentos tan surrealistas que sencillamente supera cualquier idea que le pudiéramos sacar a nuestro pasante subpagado a punta de latigazos.
Navidad con fantasmas
El historiador Diego Bautista Urbaneja agrega uno para la historia: el mensaje navideño de Maduro y Cilia rodeados de actores vestidos de próceres.
La Navidad de 2020 trajo una de las escenas más surrealistas de nuestra historia reciente. Nicolás Maduro apareció usando un liquiliqui blanco que lo hacía parecer una nevera de dos puertas dando un discurso de Año Nuevo rodeado de la primera ¿combatiente? y un grupo de actores disfrazados de próceres en una apoteosis de fieltro y mala dirección de arte. Les podemos jurar que esto no lo escribió el chigüi, aunque a veces la realidad nos hace dudar y tenemos que bajar al cuartico de la basura (léase oficina del pasante subpagado) a preguntarle si eso lo hizo él.