Hay una larga y dolorosa historia detrás de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer cada 8 de marzo. En sus inicios, el 8 de marzo de 1857, empleadas de la industria textil en Nueva York organizaron una huelga pidiendo salarios más justos y condiciones laborales humanas. Dos años más tarde, crearon su primer sindicato. 51 años después, el 8 de marzo de 1908, 15.000 mujeres volvieron a tomar las calles de la gran manzana para exigir un aumento de sueldo, la disminución de las horas de trabajo, el derecho al voto y la prohibición el trabajo infantil. Las protestas feministas durante la Revolución Rusa y la Segunda Guerra Mundial también fueron fundamentales para que en 1975, las Naciones Unidas conmemorasen, por primera vez, el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo. Siglo y medio más tarde, queda todavía mucho por hacer para erradicar la violencia de género y la desigualdad entre mujeres y hombres.

Cada 8M se intenta llamar la atención sobre una lucha que es de todos los días. Acá presentamos doce rostros, doce voces y doce historias para entender por qué estas mujeres salieron a protestar en Venezuela. 

Ofelia Álvarez. Profesora y directora de la Fundación para la Prevención de la Violencia contra la Mujer

“Hace unos meses pensaba que este día había que dedicárselo a la mujer trabajadora, temas de derechos laborales. Cambié totalmente de opinión porque nos están matando. No será a la de al lado, no será a alguien que tú conoces, pero están asesinando a una mujer cada 33 horas y hay semanas en que ha sido una al día. Ya no aguantamos. Yo atiendo todos los días entre tres y cuatro casos de violencia. Atiendo a mujeres desde hace 28 años y resulta que hay un mito que es el que si tú denuncias, te matan. Pero el 48 por ciento de las mujeres que yo atendí el año pasado, que fueron más de 200, estaban vivas, llamaron y yo les pregunté. A muy pocas de esas mujeres les registraron la denuncia, a otras las marearon. Estas cosas no son para mujeres solamente, esto es un problema social que atañe a hombres y mujeres. A los hombres se les educó en la sociedad patriarcal, de manera directa o indirecta, en que ser hombre es tener control sobre otra persona. Y a la mujer se le enseñó a ser sumisa”.

Valeria Ramos. 19 años. Estudiante de Fisioterapia

“Protesto por los derechos de todas las mujeres, el respeto, la equidad. Hay mujeres que están en peores situaciones de las que una está y luchamos por ellas: por las que son oprimidas, por las que son violentadas, por las abusadas”.

Liliana Buitriago. 43 años. Investigadora y activista, de la plataforma Mujeres contra las Violencias

“En Venezuela estamos pasando múltiples crisis: ecológica, ambiental, política, social, económica. Somos las mujeres las principales afectadas. La sociedad en la que vivimos se mantiene gracias al trabajo no visibilizado que hacemos todas las mujeres, desde nuestras casas, hasta nuestro territorio, hasta nuestras redes afectivas que son trabajos de cuidados”.

Victoria Romero. 26 años. Presidenta de Método Wom

“Estamos alzando la voz porque consideramos el femicidio y la violencia de género como una doble pandemia. Estamos exigiendo justicia por todas las víctimas de violencia y por la feminización de la pobreza que lamentablemente ha traído consigo la crisis humanitaria. El feminismo todavía es un tema tabú en Venezuela. Lamentablemente hay un estereotipo tóxico de lo que es el feminismo, piensan que es lo contrario al machismo, que crearemos una sociedad donde muchas mujeres vayan a matar hombres u odiar hombres. Sencillamente lo que busca el feminismo es lograr la igualdad. El reto es sensibilizar a la población”.

Andrea Serna. 39 años. Profesora

“Estamos tratando de abrir el espacio para que la discusión sea colectiva. Esta sociedad tiene que replantearse el tema del patriarcado como eje transversal, como un sistema opresor de toda la sociedad, que nos aplasta a todos en común, no solo a las mujeres. Es necesario que nos preguntemos cómo funciona el patriarcado en nosotros y tenemos que movilizar a la sociedad que no está entendiendo por donde van los tiros. Es muy importante que hagamos ruido, que se nos escuche”.

Noelia Urbina. 24 años. Cofundadora de Uquira

“Luchamos por los viejos estigmas y todas esas actitudes en las que las mujeres tenemos que cumplir ciertos roles, seguir estereotipos. No todas tenemos por qué ser delgadas o maquillarnos porque no todas tenemos los mismos gustos, no todas somos iguales. Todas somos una diversidad de mujeres: indígenas, negras, rurales, urbanas. Somos tanta diversidad que no pueden enfrascarnos en un solo estereotipo”.

África Salomé. 25 años. Actriz, cantante y activista

“Soy sobreviviente de violencia sexual y de violencia de género. He salido adelante sola, sin el apoyo de mi familia, que no cree en mi testimonio. Sufrí abuso sexual de niña. Salí a la calle, me encontré con gente muy mala y gracias al arte y al activismo estoy viva. De lo contrario estaría muerta, estaría en otro lugar. Mientras más se habla y se cuenta una realidad, deja de ser tan dolorosa y se puede solucionar. Hay que seguir hablando hasta que ya se normalice hablar de algo que es real. Así como se ha normalizado la violencia hay que normalizar hablar de ella también”.

Kelly Bermúdez. 42 años. Coach motivacional

“Estaba pasando, vi la protesta por los derechos de la mujer y pregunté si podía hablar por las mujeres transexuales. Mi lucha es por los derechos de los transexuales, para que algún día se escuche el reconocimiento de nuestra identidad. No me he podido sacar la cédula porque cuando fui para el Saime fui victima de discriminacion y de burla. Me dijeron que como en los papeles aparezco como hombre, tengo que presentarme ahí como hombre. Y dije que no, porque mi identidad se respeta. Fui a la Defensoría del Pueblo a hacer la denuncia, pero ya tengo tres meses sin cédula y eso es un peligro. Ya me han agarrado dos policías, he corrido el riesgo de que me dejen presa. Nos han discriminado fuerte y es algo que se mantiene oculto. Matan a las mujeres transexuales y no lo notifican. Lo ponen como si fuera un hombre vestido de mujer y ya, en cifras no aparecen. Hoy ha sido un gran paso para mí, estoy feliz porque me han dado la oportunidad de hablar como mujer transexual”.

Paola Martínez. 25 años. Estudiante de Artes Plásticas

“Desde hace cientos de años hemos sido reprimidas. Las mujeres necesitamos hacer valer nuestros derechos. Necesitamos tener decisión sobre nuestro propio cuerpo y estamos aquí para hacernos ver. Tenemos que ayudarnos entre todas, hay que unirnos”. 

Claudia Rodríguez Gilly. Miembra de la iniciativa Mujeres en Lucha

“No estamos buscando ni bombones ni flores, ni tenemos nada que celebrar, sino más bien es un día combativo. En Venezuela es como si hubiéramos vuelto hacia atrás, las mujeres tenemos hoy menos posibilidades de crecimiento personal, de seguir estudiando. Estamos obligadas a ser madres desde muy niñas, y una vez que somos madres niñas, nos dan la espalda. Los hombres abandonan chamos y nadie está visibilizando eso, a nadie le incomoda que un hombre diga ‘Ese hijo no es mío’. Vamos a la barbarie. No lo vamos a permitir”.

Vanessa Blanco. 22 años. Actriz, estudiante de sociología, feminista y activista por los derechos humanos

“No es un día para celebrar. Estamos haciendo nuestras exigencias para que se respeten nuestros derechos humanos, para que podamos tener una vida digna, sin violencia y sin miedo a ser violadas o asesinadas cuando salimos a la calle. Y estoy con el pañuelo del aborto por el derecho a decidir. Niñas, mujeres y adolescentes están muriendo por hacerse abortos clandestinos. Como no es legal, como no hay las posibilidades de hacerlo en espacios seguros, lo que sucede es que las mujeres terminan muriendo. Quienes tienen dinero pueden abortar y no les pasa nada, pero las que no lo tienen, simplemente mueren, fallecen en los hospitales donde no son atendidas y además son criminalizadas y tratadas de una forma terrible”. 

Mónica Tamarones. 35 años. Directora de Mujeres Radio Net

“Por 200 años las mujeres han defendido nuestros derechos y estamos aquí reivindicando sus luchas. Cuando ocurre un femicidio en nuestro país y en el mundo, cada vez más son las voces silenciadas. Nosotras somos el grito de las que ya no pueden estar”.