Equilibrium CenDe (Centro para el Desarrollo Económico), es un centro de investigación sin fines de lucro que parte de una necesidad: generar información. Gustav Brauckmeyer, quien preside este centro junto a otros investigadores, es un joven venezolano de 25 años que emigró de Venezuela en el año 2012 para hacer su carrera de Ciencias Políticas en la Universidad de Marburgo, en Alemania; luego saltó a Inglaterra para especializarse en Desarrollo Internacional, en la Universidad de Manchester. Una vez que finalizó sus estudios, migró a Perú para iniciar varios proyectos de investigación y otros tantos que estuviesen relacionados con la consultoría.
Los países desarrollados, por lo general, cuentan con varios centros de investigación, y estos son fundamentales para quienes toman decisiones y deben diseñar las políticas públicas que requiere cada sociedad. Brauckmeyer, al analizar los desafíos sociales de la crisis económica, social y humanitaria en Venezuela, decidió fundar en Lima este centro de investigación que hoy también tiene proyectos en Colombia, Ecuador y Venezuela, teniendo como objetivo dos frentes: generar investigación accionable para los tomadores de decisiones y la creación de contenido informativo para el público en general.
Hoy, tanto Gustav Brauckmeyer como su equipo de trabajo estudian mediante encuestas a la comunidad migrante venezolana en países como Colombia, Ecuador y Perú durante esta crisis sanitaria que golpea a los más vulnerables en un escenario de fuerte contracción económica regional. El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta una caída global del PIB como consecuencia del Covid-19. En el caso de Perú, el PBI caería en 2020 en 4,5% para crecer 5,2% al término de 2021; mientras que Colombia tendría un decrecimiento del 2,4% en su PIB para el cierre del 2020; y en Ecuador el PIB caerá en 6,3%.
Con la llegada de esta pandemia, ustedes como centro de desarrollo han realizado varios sondeos y reportes de la población migrante venezolana. ¿Cuáles son los datos más relevantes hasta ahora?
Hemos estudiado los casos de Perú, Ecuador y Colombia y hemos observado que entre un 33 % y 45 % de los migrantes han perdido su empleo, dependiendo del país, y alrededor del 80 % de los migrantes en los tres países no está generando ingresos A eso hay que sumar que entre un 5 % y un 8 % de las personas nunca han generado ingresos porque son estudiantes o se dedican a las labores del hogar. A esto se le suma un factor importante: la mayoría de los migrantes no cuenta con familiares, amigos en esos lugares que puedan ofrecerles ayuda en cuanto a dinero, comida, un hogar donde estar. Otro asunto preocupante es el tema de los desalojos en Perú: alrededor de la mitad de los migrantes percibe tener un riesgo de desalojo de su vivienda arrendada, y un 16 % de ellos manifiesta que es un riesgo alto. Entonces, el no contar con capacidad de ingreso y no contar con redes de apoyo pone a la población migrante en una situación de especial vulnerabilidad que requiere de una atención inmediata.
El Gobierno del Perú convocó a un equipo de expertos para describir el impacto y plantear recomendaciones frente al covid-19. En dicha publicación integraron a la comunidad venezolana. ¿Qué es lo que se planteó el gobierno de Martín Vizcarra?
Efectivamente fuimos convocados por el Gobierno y por el Ministerio de Salud para hacer un planteamiento respecto a la situación que han enfrentado los migrantes venezolanos y algunas propuestas para lo que viene, sobre cómo manejar la situación actual y posterior a la cuarentena, la reapertura y algunas propuestas de cambios estructurales. Fue un trabajo que hicimos en conjunto con Feline Freier, investigadora de la Universidad del Pacífico.
Nuestra prioridad era mostrar dos cosas, las vulnerabilidades estructurales que enfrenta esta comunidad, lo que quiere decir que de por sí, sin el covid-19 hay factores que posicionan a los migrantes venezolanos en una posición de vulnerabilidad y que viene a ser parte de las realidades migratorias. Esto afecta su acceso a servicios de salud, al mercado laboral, al sistema educativo, entre otros. Y mostrar también lo que ha sido el impacto del covid-19 sobre esta población, lo cual ya hemos conversado y ha sido realmente crítico. Una vez que planteamos esta foto de cuál es la situación de los migrantes en Perú, procedimos a hacer una serie de propuestas en tres niveles. El primer nivel corresponde a lo que es la atención humanitaria inmediata, el segundo nivel corresponde a lo que es la reincorporación a la actividad económica y el tercer nivel corresponde a lo que son cambios estructurales, en total planteamos 17 propuestas.
¿Cuáles son los escenarios para los próximos meses de los migrantes venezolanos?
Es una pregunta realmente compleja, es difícil decir qué viene, porque no sabemos qué viene para nadie. La verdad es que hay mucha incertidumbre sobre cómo va a fluir este período de la segunda fase del covid-19, donde vemos a algunos países empezando a levantar lentamente la cuarentena. En general será un período duro, esa es la realidad, pero es algo que uno no quiere escuchar. La realidad es que viene un período duro para los venezolanos en la región sobre todo, donde la creatividad en cuanto a la forma de generar ingresos será fundamental, donde el autoempleo y el emprendimiento van a ser herramientas claves para poder generar ingresos, donde la competitividad por puestos de trabajo va a ser compleja, porque estamos en un período de achicamiento de la economía donde mucha gente también peruana, colombiana y ecuatoriana se ha quedado sin empleo. Entonces la competitividad va a ser alta, pero también podría ser un espacio donde se van a abrir unos períodos de reformas importantes en todos los países, después de ver el efecto que puede tener una crisis de esta magnitud y que podrían incluir espacios para estas reformas que apoyan también a los migrantes.
Perú es el país donde más casos de xenofobia se han registrado, cómo es percibido este tema y qué piensan los peruanos de los venezolanos por un lado y los migrantes venezolanos hacia los peruanos por el otro.
La xenofobia es difícil de medir y calcular, es algo que normalmente ocurre por una serie de factores. Si observamos las encuestas de opinión de lo que es la migración venezolana al comienzo de este período, es decir, 2017 al 2018, la percepción de la mayoría de los peruanos hacia los migrantes era positiva, consideraban que la migración podría estimular la economía y traer cosas positivas en general. Sin embargo, con el aumento de la migración ha habido problemas en el ámbito ciudadano, laboral, social, han venido cambiando las percepciones y nos encontramos en un punto donde la percepción de los peruanos frente a la migración venezolana es negativa. Los medios de comunicación han jugado un rol fundamental en expandir una percepción de que los crímenes migrantes son abrumadores, más críticos, etc. Y esto ha llevado a que los peruanos perciban a los migrantes venezolanos como una población violenta y que pone en riesgo su seguridad personal. Todas estas cosas vienen impulsadas en muchos casos por discursos y narrativas desde actores que son influyentes en la política pública y en los medios de comunicación, aunque muchas de las cosas que se exponen no sean reales o estén siendo exageradas.